07 diciembre 2007

El Inmortal

Con los brazos ya descubiertos comenzo a deslizar el filo del cuchillo sobre toda la piel. El frio de la hoja lograba conmover su sistema nervioso y erectaba los vellos casi cobrizos. El vaiven de la punta filosa comenzaba a marcar surcos en su muñeca derecha y el extasis se convertia en escalofrios que circulaban por su columna vertebral. El coqueteo se tornaba morboso, un poco molesto pero con la vehemencia del que se sabe insano. El crucifijo todavia cogaba de su cuello cuando de un golpe lo arranco y cayo a unos metros, cerca de donde la rendija de la ventana dejaba pasar algo de la luz de la luna. El tiempo comenzo a ceñirse y las gotas de sudor empezaban a caer ritmicamente sobre su torso desnudo. El cuchillo empezo a hacer presion sobre sus venas exaltadas y cuando parecia rasgar la piel, se detuvo. Sonrio. Y avento el cuchillo bajo la cama. Asi fue que se sintio inmortal. Asi fue como por primera vez pudo vencer a la muerte. Aunque sabia que algun dia habria de perder, tambien sabia que con eso, apenas estarian a mano. Al fin durmio, sin importarle si a la mañana siguiente volvia su destino a cobrarle revancha. Durmio. Sabiendose eterno. Sabiendose Dios.


1 comentario:

Anilina dijo...

wow...provocar a la muerte...sentirse eterno, inmortal...arrancarse el crucifijo y luego dormir...yo no podría dormir
muy visual, muy bueno, pupi :)

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