12 diciembre 2007

Dios

Las mañanas eternas ya tienen para mi el brillo hediondo de una moneda vieja. Rasposo, triste y repetitivo. Todo es sucesivo, pero igual. La inconstancia del cambio en que me encuentro, me lleva a inventar nuevas sensaciones, pero todas riman con aburrimiento.
Los dias de lluvia son toscos, el agua ya es ritmica y silente. Los charcos y lodazales carecen de ingenio, son solo manchas oscuras en el suelo. La brisa que mueve mis miedos ya tiene la cadencia propia de los vicios que nos aferran tratando de llevarnos al abismo, a ese que yo mismo cree.
Las noches han perdido su oscuridad, las luces de las estrellas incandilan lo poco que queda del negro, y a veces me cegan.
Creo que ya es hora de darle vida a mi eternidad. Quizas siendo hombre la muerte algun dia me resguarde de este desierto detestable y continuo.

4 comentarios:

Anilina dijo...

la pucha que tristeza... muy buen escrito, eso sí. "creo que es hora de darle vida a mi eternidad" esa frase me encantó. saludos

Marie dijo...

Suele pasar, momentos de la vida en que sentis que se achata, que se torna aburrida y rutinaria, pero siempre deviene una grata sorpresa que te pinta nuevamente los colores...

Meche dijo...

Productivo.
Me gustó mucho su relato, aunque sí, coincido, es triste.

"Todo es sucesivo, pero igual. La inconstancia del cambio en que me encuentro, me lleva a inventar nuevas sensaciones, pero todas riman con aburrimiento."
Me llamó mucho la atención esa parte.

Y la vida no es una moneda, es un carnaval.

Saludos.
Buena vida.

Meche dijo...

Panoptismo psicológico? Creo que podría abarcarse desde el "ojo que todo lo ve", desde el control, la culpa, el miedo, la consciencia de ser permanentemente observado, pero creo que iríamos a niveles muy rígidos.
Aún así, me ha dejado pensando.

Tomo su invitación al pie de la letra, pasaré más seguido.

Que le vaya bonito :)

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