25 febrero 2008

El Secreto de Belcebú

Mi secreto lo guardan 7 llaves. Nadie que haya pasado por aquí ha sido capaz de volver para contarlo. Pues en mi interior guardo la mas terrible incertidumbre: el miedo a lo desconocido. Y allí me regocijo. En los noctámbulos circuitos de mis acantilados oscuros. Detrás de mi el miedo, la desidia, los gritos.

Mi secreto lo guardan 7 llaves. Y jamás habrán de conocerlo. Porque solo habrán de morir para verlo. Y allí voy a esperarlos y voy a verlos suplicar mientras gimen rasgando sus pieles y sus músculos con las propias manos.

Mi secreto lo guardan 7 llaves. Porque aunque he de esperarte una vida, habrás de venir aquí, y esperare tu final. Y aguardaras con la impotencia de lo inevitable, como cuando el veneno ya esta en las venas. Y te internaras en los mares oscuros e hirvientes de tus lamentos.

Mi secreto lo guardan 7 llaves. Cada una de las cuales son cuidadas por mi. Y por su imaginación. La que me proyecta por noches y días y te eriza la piel de solo pensar en mi.

Mi secreto lo guardan 7 llaves. Y es saber que es tu mente la que me da vida, la que me agiganta, la que me da hambre y sed de humano.

Mi secreto es que solo soy tu miedo, tu angustia... y será el día que dejes de soñarme que habrás descubierto el secreto. Pues no hay castigo, ni dolor, ni horrorosos hedores sulfurosos.

Tan solo hay muerte.

22 enero 2008

Literatura



Miro atras y veo, releo y confirmo.

Acepto las acepciones
y converso
conmigo mismo.
Amuletos en remojo
y pasiones afuera

decido darle vida a lo circunflejo
y recuerdo.

Consigo olvidar los momentos,
las fechas y los sueños,
desaparecen las marcas antiguas
y el recelo.
Impregno de naderias el papel
y mojo con tinta los renglones
ciegos,
los lleno de palabras putas
y letras obsecuentes e impias.
Colmo mi alma de conciertos
mientras me lleno el corazon
de angustia y miedo.
Acompaño esta frase

con la lagrima de algun amor
que fue enero.
Alardeo de nostalgia,
de valentia

pero siempre vuelvo.
Vuelvo a tus brazos de ninfa,
la que me envuelve

y me exprime.
Vuelvo a verte cara a cara,
hoja en blanco,

vuelvo a sentir tus deseos.
Vuelve a mi sangre la literatura.
Vuelve el oxigeno.
Vuelve el veneno.

06 enero 2008

El Naufragio del Conquistador III

Asi fue que un nuevo amanecer vio el silente cuerpo del naufrago, yacer morbido sobre la arena. El frio y la deshidratacion fueron su sentencia de muerte. Las olas ya no rompian tan cruelmente sobre los acantilados, solo se disponian de manera calma sobre la extensa playa. Alcanzo con el ultimo suspiro a correr el cabello que cubria sus fosas nasales y exhalo fuertemente como si estuviese ahogado. Apenas pudo moverse unos metros hacia la sombra de un arbol y se avalanzo buscando quedar apoyado sobre su corteza.
En el horizonte no alcanzaba a distinguir el cielo del oceano, parecia todo un continuo. Se le obnubilo la vista y no tuvo mas aire para gemir sus ultimas palabras.
El silencio marco asi la muerte del Conquistador. Abrazado por las impiadosas manos de aquella basta isla.

Sus anhelos aun descansan en la orilla. Sus esperanzas aun estan escritas bajo aquel arbol. Su victoria mas importante fue, quizas, la de haber sido el primero, aunque la historia diga otra cosa.


El Naufragio del Conquistador II

Ya el dia acaecia y el frio se tornaba mas intenso. El intento de fogata rapidamente se apago por la brisa que provenian del oceano y fue en busca de algun refugio para pasar la noche. Intento fútil.
Rapidamente se dio por vencido, mitad obra del cansancio y mitad obra de la impotencia. Acomodo lo que le quedaba de su camisola y se acosto a los pies de un arbol algo tosco. El oleaje fue su cancion de cuna.
Las torridas rafagas de viento que azotaban contra las hojas fue el sonido que tuvo el sueño esa noche.
Llego el momento del descanso, quizas para reponer fuerzas, quizas para ponerle freno a la desesperacion. Durmio. Sin saber que esa seria la ultima noche.

04 enero 2008

El Naufragio del Conquistador

El sol pegaba en sus sienes de manera insistente. Fue así que tuvo que interrumpir abruptamente su sueño y rehacerse a la realidad. Corrió de su cara las gotas de sudor y algo de las arena que había quedado adherida a sus poros luego del naufragio. La tripulacion yacia dispersada en los arrecifes del oceano. Sus almas aun pululaban en el ambiente.

Comenzó a recorrer intrigosamente aquel paradisíaco lugar al cual la marea lo había llevado. Arreglo sus harapos. Acomodo su pelo. Y camino hacia la arboleda espesa. Atrás quedaron los sueños de conquista, su viejo mundo y sus limites perplejos.

Así fue que dejo en el camino su identidad y sus ínfulas al próximo que llegara a América.

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